LA HISTORIA DE SU FAMILIA

En esta página recogemos historias familiares que nos envían nuestros visitantes. Si usted quiere enviarnos la historia de su familia para que aparezca aquí, puede enviárnosla al e-mail:

Los Aguirre de Aispegoena en Guatemala, de un señor que nos compró unos pergaminos:

Acuso recibo de el extraordinario trabajo que me enviara. La aduana americana retuvo el envio, del 29/2 al diia Jueves 12/3 sin ninguna explicacion.
Afortunadamente ya los tengo.
Deseo comentaros que el texto que acompaña al escudo de Aguirre de Aispegoena es totalmente exacto y preciso!!! Soy descendiente directo de
esa rama, y he tenido el placer de estar tanto en Zerain como en Bedmar, e invesitgado in situ la informacion de mis ancestros.
De Bedmar salió hacia Guatemala don Francisco Xavier Aguirre de Aizpegoena y Chamorro, y establecio una gran descendencia aqui. Mi hijo es
la 8a generacion que estamos aqui,,,,, y siempre en cada generacion hay alguien con el nombre de Francisco...... Nuestra estimacion es que al dia de hoy habran unos 21,000 descendientes de él por todo Guatemala.....
Del apellido Matos no conozco mayor cosa, pero esta informacion ayudará a informarme mejor.
Gracias por su ayuda. Creo que mis hermanos se habran de interesar por una copia al mostrarselas
Saludos
Francisco Aguirre Matos

Historia y escudos heráldicos del apellido Castillo o Del Castillo

Historia de la familia Del Castillo Capri

Historia de un señor apellidado Aires:

Mi bisabuelo Aires Soteras emigró desde Sos del Rey Católico en Aragón a la Argentina hacia 1909 aproximadamente ya que al poco de estar en Argentina compro un mate de porcelana conmemorativo del centenario de la revolución del 25 de mayo de 1810.

Mi abuelo, también de apellido Aires, me comentó en varias oportunidades que aún conserva el boleto del vapor en el que vino su padre junto con otros tanto documentos y escritos.

Además, me confirmó que sostuvo correspondencia hasta 1974 con la familia en Zaragoza y hasta he podido ver en Zaragoza en un viaje que hice, una foto de una boda de casamiento en la que sale mi abuelo de joven. La misma fue tomada en Argentina cuando algún familiar que no puedo precisar había viajado a la Argentina para asistir a tal evento.

Cabe decir que llegó con la edad de unos 16 años y que su padre le mando a llamar para que viajase a la Argentina a hacer su futuro.

Esto nos hace pensar que mi tatarabuelo, o sea el padre de mi bisabuelo, nació aproximadamente en 1875 suponiendo que la gente de aquel entonces tenía hijos muy pronto. (calculo 1910 - 16 = 1894 hijo,  padre 1894 con 20 años más o menos= 1874 aprox).

Téngase en cuenta que se supone que el padre de mi abuelo también nació en el mismo pueblo sólo a fines de suponer para establecer algo simplemente a fines teóricos.

Lo que si da firmeza al caso es que mi bisabuelo nació en Sos del Rey Católico y su casa según hay datos fidedignos por familiares que viven en Zaragoza, que la vieja casa fue vendida y se convirtió en un hotel rural o casa rural según corresponda. Esto ultimo habría que aclararlo ya que no pude confirmar más que la venta de la propiedad.

Vea más información del apellido Aires en el Abc de la heraldica

Esta es la historia que nos envió Don Julio Soto Angurel, nieto del Rey Don Alfonso XII:

Estimado Don Carlos Domínguez Regueira. GABINETE HERALDICO www.heraldico.com
Muchas gracias por su cortesía en responderme sobre mi pregunta sobre el apellido Angurel de uno de mis abuelos por parte de mi madre, Don Francisco Angurel y Marro.
Como su profesión es tan interesante le voy a confiar que soy nieto del Rey Alfonso XII, mi padre, Don Julio de la Caridad Soto y Soto era hijo de Su Majestad Don Alfonso XII, mi otro abuelo, y medio hermano de Alfonso XIII, mi tío.
Le voy a contar lo siguiente, para cuando tenga tiempo y lea esta pequeña historia.

Yo escuchaba algunas veces en mi niñez a mi padre, hablar que su madre, Josefa, que era una muchacha de la nobleza  de Castilla La Vieja, aunque mi hermana dice que de Andalucía.
El padre de Josefa, del cual ignoro su nombre fue embajador de España ante la corte del Reino Unido y envió a Josefa su hija, mi abuela, cuando tenía 13 o 14 años para la corte donde pasó a formar parte del séquito de su Majestad María Cristina de Habsburgo Lorena, convirtiéndose en su copera, es decir, la llamaban la copera de la reina.
Precisamente por estar tan cerca del matrimonio, ser muy bonita y tener acceso a su ámbito más íntimo, mi abuelo Alfonso XII de Borbón, que era muy joven, de 24 o 25 años, muy fogoso, se fijó en Josefa teniendo un ardiente y clandestino romance que concluyó cuando mi abuela se dio cuenta que estaba embarazada. Se creó una situación muy difícil.
Tengo entendido que el padre de Josefa que era un noble dipsómano y jugador había sido requerido en varias oportunidades por escándalos que había dado en las actividades   donde asistía. 
Se supo supo a través de mi madre que la última vez que el padre de Josefa dio un escándalo en Inglaterra fue cuando en una recepción se quitó la ropa y bailó una jota completamente desnudo sobre una mesa donde se celebraba un banquete. Se decía que como estaba muy bien proporcionado gozaba de muy buena fama entre las damas. 
Después de eso lo mandaron castigado para Cuba que era colonia del imperio español y ese hecho coincidió con el embarazo de mi abuela Josefa.
Entonces huyendo del escándalo en la corte y de la furia de la Reina María Cristina, Josefa, mi abuela fue enviada  a Cuba, para la antigua provincia de Oriente donde parientes nuestros que eran muy ricos tenían enormes propiedades entre ellas, los terrenos donde hoy se asienta la Base Naval de Guantánamo de la marina de guerra americana.
Por esa razón mi padre Julio de la Caridad de Soto y Soto nació en Cuba y no España.
Mi abuela Josefa no sobrevivió mucho el nacimiento de mi padre porque murió de tuberculosis cuando tenía unos 18 años de edad, parece que contagiada por Alfonso que también murió de tuberculosis el 25 de noviembre de 1885. Cuando Alfonso XII muere su hijo Julio tenía seis meses de nacido.
Mi padre nació el 22 de mayo de 1885 y murió el 7 de septiembre de 1956 con 72 años, yo tenía en esa época 12 años de edad, cuando quedé huérfano. Hoy tengo 64.
Mi padre siempre vivió muy acomplejado con esa historia y mantenía en secreto el hecho que era un hijo ilegítimo y no reconocido de su padre Alfonso XII de Borbón, medio hermano de Alfonso XIII y de todos los demás hijos que tuvo Alfonso.
Mi padre recibió en Cuba, dos apellidos Soto porque mi abuela cuando lo inscribió dijo que era hijo de un labrador de las tierras de su propiedad de apellido Soto aunque en realidad era un Borbón cosa que a mi padre nunca le interesó que se supiera ni su título nobiliario adquirido por nuestros ascendientes nobles cubanos y españoles.
No mucho tiempo después los terrenos donde se asienta hoy la Base Naval de Guantánamo se perdieron y fueron a dar a manos norteamericanas debido a que un Almirante yanqui llamado Alfred Thayer Mahan recomendó al entonces presidente Theodoro Roosevelt (presidente 26) la construcción de bases navales y carboneras que aseguraran la defensa continental de Estados Unidos en función de una estrategia geopolítica que aún perdura y que consideraba además de apoderarse de Cuba, (planes que aún hoy día mantiene) ocupar Hawai con la base de Pearl Harbor, Filipinas, Guam y el resto de las posesiones españolas que Estados Unidos ansiaba poseerle a España.
Mi otro abuelo español fue Don Francisco Angurel y Marro un aragonés de una villa muy pequeñita y casi perdida en el mapa, llamada Peralta de la Sal que fue para Cuba en el contingente militar español  a pelear contra los mambises que combatían a los corajudos soldados españoles y murió muy temprano en los finales del 1800 o inicios del 1900 cuando decidió quedarse allá después que sucumbió ante los encantos vaginales de mi otra abuela  llamada Carmen Quintana.
Así son éstas historias de españoles y cubanos.
Me decía un amigo que si yo no le guardaba algún rencor a mi abuelo Alfonso, por lo ocurrido con mi abuela Josefa, a lo que yo respondí:
--"Yo pienso de que al margen de que se den abusos contra mujeres, siempre detestables porque exista una posición de poder de uno para aplastar y abusar de la otra, la verdad es que las relaciones de hombres y mujeres presentan en la realidad situaciones muy inesperadas, que superan la ficción de las novelas.
La vida de mi abuela Josefa de Soto, la encuentro apasionante sobre todo porque narra una historia común entre hombres y mujeres y eso la pone en el nivel de la fantasía novelesca.
Daría cualquier cosa porque apareciera alguna persona que pudiera dar alguna pista sobre su vida familiar, porque en definitiva son mis parientes desconocidos y porque además llevamos ese mismo gracejo cultural que dio la forma de ser del cubano.
Los cubanos somos España y Africa, tenemos demasiado de ambos. Mi abuelo Alfonso, yo creo que era con las mujeres como otro hombre más, posiblemente como soy yo mismo o tal vez como fue mi padre, que tampoco perdía el tiempo con las damas y era un hombre muy serio y caballeroso.
Las relaciones hombre-mujer encierran siempre y germinan en el fruto de lo que es la humanidad: el ser humano, las personas humanas, con todas las cosas buenas y malas que tenemos.
Yo me siento orgulloso de Alfonso como orgulloso me siento de Francisco.
Estoy escribiendo un artículo donde hago mención de la formación patriótica que me daba mi madre siendo yo pequeño cuando jugaba a su lado mientras ella lavaba alguna ropa sentada enfrente a una palangana.
Me hablaba como eran los aragoneses, los gallegos que en Cuba habían muchos (en relidad en Cuba le llaman gallegos a todos los españoles, como también le llaman chinos a todas las personas que tengan rasgos asiáticos) y me contaba anécdotas del General Valeriano Weyler y Nicolau, un excepcional militar español que fue Capitán General de la isla de Cuba en 1896. Ella me contaba que el General Weyler decía, que la estatura de los hombres no se medía por la distancia que había de los pies al cielo, sino de los cojones al suelo.
Con hombres de ese calibre los cubanos que los enfrentaban, no podían de ninguna manera quedarse por debajo de ellos. Tenían que medirse de igual a igual y superarlos.
Aquellas historias en boca de mi madre me impresionaban mucho y me dejaban una sensación de que nunca podría quedarme por debajo de las expectativas aquellas para no defraudarla, porque  siempre estaba orgullosa de su ancestro aragonés.
Años después siendo ya un hombre, la última vez que la vi con vida fue al despedirme de ella en un pase de pocos minutos que me dieron en mi unidad militar después que me brindé como voluntario para ir a pelear al Africa en las guerras que los cubanos hicimos por allá.
Ya era una viejita, se me quedó mirando y llorando me humedeció mi uniforme mientras me decía con una voz muy frágil que me cuidara mucho.
Después de eso vinieron muchas campañas en la selva y el desierto y alguna vez me pasaron por mi mente figuras tales como Weiler, Martínez Campos, Antonio Maceo y mis dos abuelos, de los cuales nunca habría querido estar por debajo de sus expectativas.
Quisiera visitar el lugar donde está Alfonso y ponerle flores, de Francisco no tengo idea de donde está aunque sé que vivió y murió en Santiago de Cuba y que se batió como un león en combates cuerpo a cuerpo contra los yanquis en el sitio de Santiago de Cuba. 
Respetando a uno, respeto al otro.

Mi abuela se hizo un creyón bastante grande de la época en que vivían la corte que con el tiempo se deterioró mucho pero conservo su cara. Estaba parada delante del espaldar de una silla con su pelo largo bien peinado y unos lujosos cortinajes detras. He visto fotos de ésa época de la corte  y estoy seguro que alguna de ellas es la mi abuela Josefa o alguien muy parecida, tal vez una parienta.
Con mucho respeto Julio Soto Angurel

Cliffside Park, New Jersey. USA. --

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